Mientras los ingresos de los comercios mexicanos caen, los gastos en salarios suben, reduciendo la rentabilidad y dejando a muchas empresas en una situación vulnerable frente al comercio informal y la inseguridad.

Mexconomy - Febrero de 2025 dejó una señal clara: tener un negocio en México es hoy menos rentable. Aunque las ventas del comercio al por mayor y al por menor crecieron apenas un 0.2% respecto a enero, en el comparativo anual muestran una preocupante caída. Lo alarmante no es solo la baja en los ingresos, sino que, en paralelo, los costos laborales —lo que se paga a los trabajadores— siguen subiendo.

La Encuesta Mensual sobre Empresas Comerciales (EMEC) del INEGI revela que los ingresos de los negocios al mayoreo cayeron 5.3% respecto a febrero de 2024, mientras que las remuneraciones promedio subieron 6.1%. En el comercio minorista, aunque las ventas crecieron 1.7%, los sueldos subieron aún más: 4.7%. Así, el margen de ganancia se estrecha peligrosamente.

En otras palabras, las empresas venden menos o apenas lo mismo, pero gastan más en sueldos. Este desfase entre lo que entra y lo que sale es un golpe directo a la rentabilidad. A esto hay que sumarle otros factores que no aparecen en la encuesta, pero que pesan fuerte: la presión fiscal, la competencia desleal de la informalidad y la creciente inseguridad.

Esta situación se refleja de forma distinta según el tipo de negocio. Las tiendas en línea, por ejemplo, mostraron una gran expansión: 13.2% más en ingresos y casi 19% más empleo. En cambio, sectores como tiendas departamentales, salud y papelería siguen viendo caer sus ventas. La desigualdad entre rubros muestra que no se trata de una crisis general, sino de un reacomodo que está dejando fuera a quienes no pueden adaptarse.

Por estados, el contraste también es marcado. Guerrero, por ejemplo, destacó con un inusual repunte de más de 30% en ventas y empleo. Pero la mayoría de las entidades reportaron cifras negativas, reflejo de un consumo debilitado y de condiciones locales adversas.

Los datos del INEGI ofrecen una fotografía clara: muchos negocios están atrapados entre vender menos y pagar más. En este contexto, sostener una empresa es una labor cada vez más cuesta arriba, sobre todo para quienes operan en la legalidad y con todas las obligaciones en regla.