Los precios del crudo estadounidense descendieron hasta los 56 dólares por barril tras la decisión de China de igualar los aranceles impuestos por la administración Trump, generando incertidumbre en el sector energético.

Mexconomy - La caída del petróleo refleja un deterioro de la confianza en la estabilidad económica. Aunque los consumidores se benefician con menores precios en las gasolineras, los productores petroleros estadounidenses enfrentan un problema crítico: perforar nuevos pozos a estos niveles de precios amenaza su rentabilidad.

Muchas compañías del sector energético están en espera de una estabilización del precio entre 50 y 60 dólares por barril antes de tomar decisiones sobre inversiones en perforación o gasto. La volatilidad de las materias primas es evidente: apenas la semana pasada, el barril de crudo rondaba los 72 dólares antes de que la administración Trump endureciera los aranceles a casi todos los socios comerciales de EE.UU.

Si el precio sigue descendiendo hasta los 50 dólares, la producción petrolera estadounidense podría caer un 8 % en un año, según estimaciones de S&P Global Commodity Insights. Mientras tanto, Peter Navarro, asesor comercial de Trump, ha defendido que un precio de 50 dólares por barril ayudaría a contener la inflación.

La reciente depreciación del crudo ha encendido las alarmas entre los ejecutivos petroleros, quienes en su mayoría respaldaron a Trump con la expectativa de que su gobierno impulsara la expansión de la perforación y facilitara permisos para oleoductos e infraestructura energética.

El nivel actual de precios no se veía desde hace más de cuatro años, con efectos inmediatos en el mercado.