La biotecnología ha dado un paso histórico: traer de vuelta especies extintas. Pero más allá del asombro científico, este avance redefine el mercado de la conservación, la propiedad intelectual sobre la vida y la asignación de recursos. La economía, en su interacción con la biotecnología, enfrenta un desafío sin precedentes.
Mexconomy - La noticia del regreso del lobo terrible (dire wolf), un depredador del Pleistoceno que se extinguiera hace más de 10 mil años, ha marcado un punto de inflexión en la ciencia y la economía. La empresa Colossal Biosciences, pionera en la des-extinción, logró traer de vuelta a tres cachorros de esta especie utilizando técnicas de ingeniería genética. Sin embargo, el impacto de este hito no se limita a la biotecnología: abre las puertas a un mercado emergente con implicaciones económicas, legales y ecológicas de largo alcance.
Colossal Biosciences no es una institución académica sin fines de lucro; es una startup biotecnológica respaldada por inversores privados, con más de 130 científicos y el objetivo de transformar la des-extinción en una industria rentable. Este caso es un ejemplo del concepto de innovación disruptiva, en el que una tecnología emergente altera mercados existentes o crea nuevos. Al igual que la inteligencia artificial o la computación cuántica, la ingeniería genética podría convertirse en un pilar económico con aplicaciones que van desde la recuperación de especies hasta la adaptación genética de organismos vivos.
El financiamiento de estos proyectos depende, en gran medida, del capital de riesgo. Empresas como Colossal han atraído inversores que ven en la biotecnología de la des-extinción una oportunidad económica viable. Sin embargo, algunos sectores cuestionan si estos fondos podrían ser mejor utilizados en la conservación de especies vivas en peligro. La pregunta central es: ¿es más rentable proteger lo que aún existe o traer de vuelta lo que se perdió?
Desde la perspectiva económica, la respuesta depende del potencial de monetización de la des-extinción. Si estos animales pueden atraer turismo, generar conocimiento científico o incluso tener aplicaciones en la mejora genética de otras especies, la inversión podría justificarse financieramente.
Propiedad intelectual y bioeconomía: ¿A quién pertenecen las especies revividas?
Un punto crítico en este nuevo mercado es la propiedad intelectual. Si Colossal ha modificado genéticamente al lobo terrible para traerlo de vuelta, ¿posee derechos sobre la especie? En el actual marco legal, las empresas pueden patentar secuencias de ADN sintéticas, lo que abre la posibilidad de que especies des-extintas se conviertan en propiedad privada.
Este debate recuerda los conflictos en torno a la biopiratería y la privatización del conocimiento genético. Si la tecnología permite recrear organismos extintos, también podría ser utilizada para modificar y patentar especies existentes, alterando la bioeconomía global.
La des-extinción podría dar lugar a un nuevo mercado de vida y ecoturismo. Reservas naturales podrían albergar especies extintas, generando ingresos significativos. Sin embargo, esto plantea interrogantes:
- ¿Serán estas especies accesibles solo para quienes puedan pagar por verlas?
- ¿Qué implicaciones tendrá en la conservación y la protección de hábitats?
- ¿Se creará un mercado negro de animales revividos, similar al tráfico ilegal de especies exóticas?
Estos cuestionamientos reflejan el potencial económico de la des-extinción para generar tanto oportunidades económicas como dilemas éticos y regulatorios.
A pesar del entusiasmo, hay riesgos económicos y ecológicos en este modelo. Algunos expertos advierten sobre el posible fracaso de mercado si la reintroducción de estas especies no genera los beneficios esperados. Además, el impacto ambiental de traer de vuelta depredadores extintos podría desestabilizar ecosistemas modernos.
Desde una perspectiva de economía ambiental, la des-extinción solo será justificable si contribuye a la sostenibilidad a largo plazo, ya sea restaurando funciones ecológicas perdidas o desarrollando tecnologías aplicables a la conservación actual.
El regreso del lobo terrible es solo el principio. Con proyectos en marcha para resucitar al mamut lanudo, el dodo y el tilacino, la des-extinción se perfila como un sector económico emergente con implicaciones profundas.
La pregunta que queda es si la economía de la des-extinción será un instrumento para la conservación o un negocio con consecuencias impredecibles.
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